Puede que te haya gustado The Witcher, uno de los recientes hits de Netflix en cuanto a series. Puede también que hayas seguido su camino desde los libros a la pantalla chica, pasando obviamente por los videojuegos. Sin embargo, seguro no sabes algo: Geralt de Riva casi deja ciego a Henry Cavill. Y no con la espada, precisamente.
Henry Cavill casi queda ciego rodando The Witcher
Y todo por un pequeño efecto especial




Para darle esa mirada peculiar al personaje, Cavill tuvo que llevar puestos lentes de contacto. Lo cual en realidad no sería un problema si fuera sólo por unos periodos cortos. El problema es que las sesiones de rodaje se extendieron y, debido a que no se los quitaba, esto le hizo un daño en la vista que pudo dejarlo ciego.
"Se suponía que sólo debía llevarlos puestos unas tres horas por vez. El problema no era que se secaran. El problema es que es la parte del cuerpo que recibe oxigenación del aire y de la sangre. Si los cubres no van a tener oxígeno y eso, a largo plazo, te hará daño en el ojo", comentó el actor.
Su optometrista insistió en que, por más que se extendieran las grabaciones, evitara quedarse con los lentes de contacto puesto. Sin embargo, el actor consideró que la especialista estaba exagerando, así que no tomó las precauciones recomendadas. Esto, sumado al ambiente en el set de grabación en las Islas Canarias, las cosas se complicaron muchísimo.
"Un poco de ceniza volcánica se metió en medio del lente y el ojo. Me raspó. Llegó al punto donde no podía abrir los ojos. Era muy doloroso y pensé que era porque estaba cansado. Pero la optometrista vio que no podía estar en la luz e incluso amenazó con detener la filmación si no me los quitaba", aseguró Cavill.
¿Te imaginas al Witcher ciego? Al menos no le pasó nada de consideración, aunque sirve de lección por si quieres usar este tipo de accesorio.