‘El muñeco diabólico’: una mezcla de comedia, sangre y nostalgia

La nueva adaptación de la historia de Chucky te hará recordar la cinta original en más de una ocasión

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Por:
Fana López.
Chucky y Andy
Chucky y Andy
Imagen Metro-Goldwyn-Mayer

Ojo, antes de que te nos pongas Chucky: esta nota tiene SPOILERS...

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Chucky es un clásico del cine de horror. Crecimos con él y seguramente todos hemos perdido la cuenta de la cantidad de vece que hemos visto sus películas. Por todo esto, no sorprende que El muñeco diabólico forme parte de la nueva ola de remakes que ha invadido Hollywood en los últimos años.

Esta adaptación de la cinta, lejos de ser 100% fiel a la versión original, es más bien la respuesta a la pregunta “¿qué pasaría si Chucky no hubiera existido en los ochenta, sino en esta época?”

En muchas películas ochenteras de terror, una de las piezas claves para que todo salga mal es el hecho de que no existen los teléfonos celulares (y convenientemente alguien cortó la línea telefónica). Ese tipo de cosas no sucederían en una película ambientada en la actualidad, y El muñeco diabólico supo integrar esta parte de la tecnología a la trama de una manera bastante ingeniosa.

En esta película, Chucky no es un muñeco de plástico poseído por un asesino que utilizó vudú para salvar su alma antes de morir. En la versión de este año existe una forma más realista de meternos miedo hacia lo que parece un inocente juguete: la tecnología en la que tanto confiamos cobrando vida.

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Video Chucky: El Muñeco Diabólico

Chucky llega a manos de Andy como un regalo por parte de Karen, su mamá (hasta ahí todo va igual que en la película de 1988), pero más que un juguete se trata de un asistente digital que funciona a través de una nube y se puede controlar por medio del celular… incluso se puede conectar a todos los aparatos de la casa y ayudarte a controlarlos, después de todo ¿qué puede salir mal?

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Chucky no requiere de un error humano o de un hechizo para convertirse en un asesino despiadado, basta con que el trabajador que lo construyó decida borrarle todos los códigos de seguridad y parámetros para que no tome malas decisiones… todo como una venganza después de ser despedido. Esta acción, muy al estilo de Black Mirror, es algo que 100% podría pasar y que, hasta cierto punto, podría asustarnos más que un muñeco poseído. A pesar de los avances tecnológicos que tenemos en la actualidad, el Chucky de la nueva cinta tiene movimientos más acartonados, sobre todo en lo que se refiere a su cara. En teoría eso podría funcionar para darle el realismo de un muñeco mecatrónico de verdad y causarnos más miedo, y se convierte en algo que no puedes dejar de notar en toda la película, en especial cuando Andy le está enseñando a Chucky algunas expresiones faciales.

A diferencia de las secuelas que le siguieron a la película original, esta cinta integra bien los elementos de humor negro, terror y gore. Algunos de los filmes anteriores habían abusado del elemento de comedia, no es el caso de este. Si eres amante del gore y el slasher, esta cinta te hará pasar un buen rato. Está cargada de escenas de asesinatos exagerados con un toque de comedia que rompe la tensión en esos momentos fuertes.

Además de todos estos elementos, la trama es mucho más "realista" que en la historia de 1988. Chucky solo quiere agradarle a Andy, después de todo, está programado para ser su mejor amigo, y en el proceso termina haciendo hasta lo imposible por que el niño sea feliz, hasta matar a quienes hacen que su vida sea difícil. El personaje de Chucky y su forma de pensar evolucionan dentro de la película, aquí no lo vemos enfermo de sangre e intentando matar a un niño solo porque sí, su razonamiento sobre Andy lo lleva a concluír que, si él no puede ser el mejor amigo del niño, entonces nadie más debería serlo.

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El resultado final es una peli que te mantendrá entretenido durante 90 minutos, y que aunque no te va a matar de miedo, te hará pasar un buen rato. A pesar de su corta duración, la cinta te dejará con un buen sabor de boca, recordando tu infancia cuando veías las cintas de Chucky en la tele (y después no podías dormir).