Antes de que Call of Duty hiciera de los juegos de disparos en primera persona un negocio multimillonario, antes de que Halo los pusiera en el mapa, incluso antes de que Doom se hiciera de un nombre polémico, Wolfenstein 3D ya estaba aquí. El enfrentamiento en tres dimensiones contra los nazis fue el origen de un género muy popular en los videojuegos. Esta saga va y viene, normalmente con el afán de recuperar los valores originarios de esta clase de títulos. ¿Pero qué pasa cuando quieres renovar una fórmula clásica?
Wolfenstein: Youngblood sí está padre, pero...
La saga madre de los juegos de disparos vuelve con sangre joven

Son los años 80, varios años después de que B.J. Blazkowicz enfrentara al imperio nacionalsocialista en un mundo distópico. En esta realidad alternativa, el dominió nazi se ha replegado a la Francia ocupada. El mundo busca liberarse de esta dictadura. ¿Cómo lo van a lograr? Con las hijas del héroe, Jess y Soph, quienes además buscarán a su padre en París.
Los detalles clave como la acción ágil de disparos, así como el depender de vida y armadura sin regeneración para subsistir, se suman a un aspecto interesante que se suma. Se trata del juego cooperativo, el cual hace de esta experiencia algo más intenso. Sobre todo si lo compartes con un amigo, por supuesto.
Arkane y MachineGames han construido un juego que transforma la experiencia en algo más ágil. No sólo por una jugabilidad cooperativa a la que se ha adaptado el diseño de escenarios en Neu Paris. Sino por un gameplay en el que el loot y la experiencia son un aspecto que complementa el camino.
¿Loot y experiencia? ¿En un Wolfenstein? Para los puristas de la serie esto ha resultado en un claro sacrilegio. Más considerando que, por supuesto, este juego con microtransacciones que utilizan dinero real para sacar algo de ventaja. Para tu fortuna no necesitas poner tu tarjeta de crédito para disfrutar realmente el juego, pero de que saca un poco de onda es innegable. Sobre todo porque muchas de estas mecánicas no terminan de encajar con el eje principal del juego y, a veces, se nota mucho.

Son 20 horas de camino en un París muy bien detallado, con una narrativa interesante en la que la vida neón de los 80 y la estética del nazismo en su esplendor se combinan para una puesta en escena de ciencia ficción de calidad. Es fácil comprender por qué tus personajes están peleando y, sobre todo, qué las lleva a actuar juntas en una misión tan particular. A eso sumemos la calidad de la acción y, claro, del apartado gráfico que siempre es una garantía en los títulos de Bethesda.
Sí, es un Wolfenstein al que los intentos de refrescar la franquicia pueden jugarle en contra. En especial con los fans puristas de la serie. El gameplay renovado es interesante e intenso, pero no termina de cuajar con una jugabilidad pura y dura. Si quieres un título divertido de disparos y disfrutar de matar nazis en compañía de buenos amigos, igualito que el teniente Aldo Raine, es un juego que debes por lo menos probar. Ya tu decidirás si el gameplay es algo que te convence o si le sueltas dinero a los micropagos.

El juego está disponible para PS4, Xbox One, PC y Switch.