Los videojuegos son cosa ya de la cultura popular. Insistir en que sólo un puñado de personas juega es algo ridículo. Por algo más de una marca está buscando aumentar su presencia en este ambiente, dado que están enterados de que el público allí es muy amplio. La cadena de pollo frito KFC no sólo está enterada. Tiene un canal de gaming, patrocina eventos y, por qué no, hizo un simulador de citas con el Coronel Sanders: I Love You, Colonel Sanders! A Finger Lickin’ Good Dating Simulator.
Nos ligamos al Coronel Kentucky en un videojuego para que no tengas que hacerlo
Es absurdo, es ridículo, es gratis, pero no esperábamos otra cosa

El primer detalle obvio es que este juego no tiene costo en la plataforma Steam, toda vez que pesa menos de un giga. Que un comercial sea gratis en los videojuegos parece una obviedad, pero no olvidamos que pagamos por Pepsi Man (aunque sea pirata) y Cool Spot. Pese a ello, no quiere decir que sea bueno. O que debamos aceptar cualquier cosa.

Esto, de principio, es una mala parodia. Psyop, el desarrollador, toma todos los elementos de una historia romántica de anime, los puso en una licuadora y los colocó sin ton ni son en una trama que ni siquiera da risa. Personajes que deberían ser humorísticos no lo hacen, sino que son malas interpretaciones de personajes estereotípicos en la animación japonesa colocados sin que te transmitan algo.
La trama es simple, sencilla y hasta aburrida. Eres una chica que sueña con ser una gran chef y que es seleccionada para estudiar en una universidad cuinaria de prestigio. Sin embargo, terminas rodeada de personas con personalidades disfuncionales y hasta con un perro cocinero dándote clases. Perdona por explicar en exceso un chiste, pero el problema es que está contado con tan pocas ganas que da más risa ese cuento que Jo Jo Jorge Falcón lleva narrando desde 1994.
Aeshleigh es pintada como una tsundere cualquiera. No sólo es un retrato de este tipo de cabo a rabo, sino que los diálogos (los pocos que tienen sentido) son tan obvios que sabes a dónde va. Van Van es un JoJo cualquiera. Miriam es la clásica chica torpe del shojo. Es más, el Coronel Sanders es tan plano en su personalidad que sí, es aparentemente perfecto. Pero da lo mismo si te lo ligas a ligarte a Ronald McDonald. Quizá el otro, como se supone que es un payaso, mínimo sí te haga reír.

Otro punto en contra y que resulta hasta aburrido es que todos los chistes son rematados con referencias al pollo frito. Todos y cada uno. Pellejos, muslos, pechugas, receta secreta, crujipollo. No hay chiste que no sea ligado a la comida que vende la cadena, al punto de que deja de ser un gag para terminar deseando que nunca nadie más te hable de pollo en un buen rato. Un chiste sobre los helados o sobre el refresco hubiera caído bien de vez en cuando... o sobre otra cosa.
Ah, cierto, al Coronel Sanders sólo le interesa el pollo. Cualquier otra cosa en las opciones de diálogo es hasta evidentemente incorrecta. Regularmente los simuladores de citas se vuelven divertidos porque debes adivinar o pensar en la mejor manera de interactuar con tu romance virtual. Pero así como da flojera hablar con una chica que sólo te cuenta sobre la ropa que se puso hoy, o con un vato que piensa únicamente en carros, el Coronel te desespera y te dan ganas de pedir la cuenta, decir que luego le llamas sin pedirle el teléfono y dejarlo de seguir en redes sociales.

I Love You, Colonel Sanders! A Finger Lickin’ Good Dating Simulator es un comercial. Uno feo. Gratis. Pero mal hecho y de esos por los que le cambias a la tele. Si tienes curiosidad de ver cuánto aguantas tratando de ligar con un sujeto que sólo piensa en freír pollo y se rodea de puros amigos que cuentan peores chistes que los de Platanito, adelante. Juégalo. Al fin, no te cuesta nada. Sólo tiempo y el tiempo es oro.