Conforme uno va viendo películas y otros contenidos audiovisuales, se da cuenta de que no todas las cintas están hechas para uno. O que no todo el público va a reaccionar igual. Lo que a un contexto personal puede parecerle romántico o entrañable, a otro puede resultarle conflictivo. Son pocas las películas que pueden dar lugar a un debate tan abierto, pero existen. Una de ellas, en nuestra opinión, es Ride Your Wave (Juntos en el Mar), de próximo estreno en salas mexicanas.
Ya vimos Ride Your Wave y no sabemos qué pensar, de verdad
Juntos en el Mar es una película preciosa, pero algunas cosas nos tienen pensando quizá de más

Hinako ama las olas. Es una surfista desde pequeña y esa pasión por el mar la hace inclinarse por la biología marina como carrera profesional. Este amor la hace volver a la ciudad costera donde pasó buena parte de su infancia. Desde hace tiempo, aunque ella no lo sabe, un joven bombero de nombre Minato la observa a lo lejos mientras doma la marea. Para él ella es una heroína.
Una pandilla, una noche, enciende pirotecnia ilegal. El edificio donde vive nuestra joven surfista arde en llamas por un accidente y ella queda atrapada en el techo. Es Minato quien termina por rescatarla en un acto que dará comienzo a un vínculo entre ambos. Primero comparten el aprendizaje en las olas, luego comparten el amor y después momentos importantes en la vida. Aunque un incidente torcerá este destino, pero desencadenará otro tipo de magia.
Realismo mágico
¿Por qué te contamos acerca de que algunas películas son para ciertos públicos? ¿Por qué señalamos a esta cinta como una de ellas? Básicamente por la manera en que tu contexto personal puede identificar a esta cinta como un melodrama, como una comedia o, incluso, como una cinta llena de suspenso en cierta medida. No, no exageramos. Lo cierto es que el único elemento constante es que la historia de Reiko Yoshida juega con elementos mágicos en un entorno de absoluto realismo. De dicha apuesta nace buena parte de las emociones que esta historia alcanza a generar.
Hinako y Minato son una pareja que para muchos, especialmente jóvenes, puede resultar enternecedora. De hecho creemos que justamente el público adolescente o de recién ingreso a la universidad van a ser quienes más lo disfruten. ¿Por qué? Porque se trata, principalmente, de los esfuerzos de una pareja para permanecer juntos ante la adversidad.
Sin embargo, sin dejar de ser tierno para ciertos puntos de vista, si ya tienes cierta edad o eres en alguna medida amargado esta insistencia en mantener vivo un amor puede parecerte posesivo. Hay momentos trágicos en la cinta ante los que la protagonista tiene reacciones que podrían resultar preocupantes y que, de hecho, más que ternura pueden provocarte ansiedad. Incluso si has pasado por momentos similares puedes llegarte a preguntar por qué Hinako se abandona a sí misma ante las circunstancias dramáticas que llegan a rodearla y pides a gritos que, en lugar de forzar el romance, se atienda clínicamente. Sí, lo sabemos, somos unos amargados horribles. Pero es la verdad.

Si esta situación no te molesta, entonces para tí resultará una cinta llena de romance y misticismo. Con lecciones acerca de qué tanto puede vivir el amor en tu corazón y, sobre todo, un relato bien contado desde el principio hasta el final. Con detalles mágicos que pueden resultar geniales o, si eres muy exigente, exagerados.
Un mar de amores
La trama, que fluctúa entre el romance y la tragedia, cumple en su cometido de hacer sentir al espectador las emociones de los personajes. Cierto, no se salva de muchos cliché que ya he vimos en cintas de antaño como La Sombra del Amor o hasta Carrusel. Tampoco tiene un guion brillante. Pero es un muy disfrutable... si estás en el ánimo adecuado para verlo.
Lo que destaca es el aspecto visual. La cinta juega con transiciones entre planos, efectos tridimensionales, así como un diseño de personajes un poco desenfadado, acorde con el tono romántico y la temática fresca del surf que propone de entrada. Es fácil empatizar con protagonistas con una psicología tan bien construida y con un aspecto tan carismático.

En cuanto al doblaje el trabajo de Montserrat Aguilar, quien como Hinako va de lo tierno a lo absolutamente desgarrador es intenso. Ferso Velázquez, por otro lado, es alguien quien da a Minato los matices tanto amorosos como decididos que su personaje exige. Quizá lo que a nivel de diálogos es más flojo, por monótono y repetitivo, es un aspecto clave en la trama que se repite al punto de llegar a ser chocante. Aunque es un tema más de la historia que de los actores y, además, se ha respetado en su idioma original.
Ride Your Wave es una buena cinta. Masaaki Yuasa ha logrado darle unos tonos interesantes de melodrama a lo que, de otro modo, sería una película romántica de anime más. Sin embargo, debes estar preparado para todo y, quizá, estar listo para ver todo con ojos de romance. De otra manera habrá momentos que te costará digerir. La cinta se estrena en salas mexicanas ese 27 de septiembre.