Las leyendas urbanas más bizarras de Navidad

Fuente: De 10

Diciembre es el último mes del año, época en la que las familias se reúnen y los amigos se encuentran. Es el mes del nacimiento del niño Jesús, el momento en el cual Santa Claus entra por la chimenea y te deja regalos, bueno... al menos eso es lo que nos han contado.

Sin embargo, la Navidad va mas allá de un festejo religioso que nada tiene que ver con el nacimiento de Jesús, pues el verdadero significado de dicha festividad se relaciona con una celebración pagana.

Así que para conocer un poco más del tema, a continuación te presentamos las ocho leyendas urbanas más bizarras que envuelven a la Navidad.

1.- El origen del árbol de Navidad: se remonta a una leyenda europea. Se dice que durante una fría noche de invierno, un niño buscaba refugio, un leñador y su esposa lo recibieron en su casa y le dieron de comer.

Durante la noche, el niño se convirtió en un ángel vestido de oro: era el niño Dios. Para recompensar la bondad de los ancianos, tomó la rama de un pino y les dijo que la sembraran, prometiéndoles que cada año daría frutos. Y así fue: el árbol dio manzanas de oro y nueces de plata.

2.- Santa Claus: está inspirado en la vida del obispo de Mira, quien fue muy popular por su bondad y generosidad con los pobres.

3.- Jesús no nació en diciembre: todos los datos que los cristianos dan por históricos son invenciones tardías. El año del natalicio del judío Jesús no fue el 1 de nuestra época, sino el 7 o 6 a.C.

Entre los años 354 y 360, el Papa Liberio (352-366) fijó como fecha inmutable la de la noche del 24 al 25 de diciembre, día en que los romanos celebraban el nacimiento del Sol Invencible.

4.- Belén no es el lugar donde nació Jesús: el lugar más probable del nacimiento de Jesús pudo ser Nazaret o Cafarnaún, pero nunca Belén. El concepto actual de Belén se lo debemos a San Francisco de Asís, quien, en la Navidad de 1223, celebró la misa dentro de una cueva de Greccio en la que había instalado un pesebre con una imagen en piedra del Niño Jesús, así como un buey y un asno vivos.

5.- Los villancicos son de origen cortesano: proceden de unas composiciones españolas del siglo XV-XVI que eran cortesanas y versaban sobre temas amorosos. Durante los siglos XVII y XVIII se transformaron en lujosas cantas religiosas y posteriormente aparecieron las tonadillas populares.

6.- La magia de unos reyes de los que jamás se supo nada: de quienes hoy conocemos como Reyes Magos sólo se habló en el texto de Mateo, pero es tan poco lo que se dice de ellos que las tradiciones posteriores tuvieron que inventarlo absolutamente todo. Hasta el siglo IV los Magos fueron dos, cuatro, seis, doce o sesenta, según fuera la tradición.

Entrado ya el siglo III, Tertuliano, para evitar la mala fama que tenían los magos persas, transformó a los Magos en Reyes de Oriente. En un mosaico bizantino de mediados del siglo VI, en San Apollinare Nuovo (Rávena, Italia), aparecen por primera vez sus nombres actuales, pero los tres magos aún iban ataviados a la usanza persa.

7.- Rodolfo el reno: a pesar de que es un símbolo, este reno no forma parte de la historia original de la Navidad, es una creación de Montgomery Ward, una cadena de tiendas departamentales.

8.- La costumbre de dar regalos en Navidad: muchos piensan que esta tradición se debe a los regalos que recibió Jesús por parte de los Reyes Magos; sin embargo, lo cierto es  que la gente había estado intercambiando regalos los días 25 y 26 de diciembre durante siglos antes de Cristo con motivo de las fiestas del solsticio. Los antiguos romanos lo hacían en las saturnales, las fiestas en honor del Sol.

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