El universo fílmico que se ha construido en torno a los héroes de DC Cómics ha sido levantado por aquellos personajes en los que se depositaron menos expectativas. Wonder Woman es una de las mejores cintas de súper héroes que se han hecho y Aquaman, bueno, fue un hit en la taquilla. Cuando Batman, Superman y la Liga de la Justicia parecían un camino perdido, estos comodines le dieron un respiro a una fórmula que parecía agotada.
Ya vimos ¡Shazam! y es una película entrañable
Un renacimiento muy divertido para un personaje clásico y una lección para los haters
¡Shazam! va en camino a ser una película de este tipo. Una ventila a un género que luce en vías de agotamiento. Vale la pena señalar que no estamos ante un súper héroe nuevo. Es un personaje con ocho décadas de historia que ha pasado por todo: desde ser más popular que el mismo Superman hasta tener que abandonar su nombre original de Capitán Marvel por razones comercialmente obvias.
Contrario a lo que pueda parecer, no estamos ante un oponente directo de Carol Danvers. Más que una respuesta comercial a un proyecto ajeno, ¡Shazam! tiene su propio espíritu. Uno que nos recuerda que, pese a ser llamadas genocidio cultural por gente como Alejandro G. Iñárritu, las cintas de superhéroes aún tienen muchas historias por contar.
En el subterráneo de la historia vive un antiguo superviviente. El último ser capaz de contener al mal y sus pecados con la fuerza de héroes míticos como Salomón, Hércules, Atlas, Zeus, Aquiles y Mercurio. Sin embargo, la oscuridad no tarda en invadir el mundo y este ser está necesitado de encontrar un heredero. Un ser de corazón puro a quien el poder no lo corrompa y haga frente con valentía al mal. De aquí proviene, justamente, el poder de Shazam.
El poder siempre tiene dos lados. Uno puro y uno corrupto. En el primer rostro tenemos a Billy Batson ( Asher Angel). Sí, es un niño huérfano y más que un alma rebelde sólo quiere encontrar el camino a casa. En este caminar halla a una familia decidida a compartir su hogar con niños desamparados. Una familia que, además, es muy diversa. Freddy ( Dylan Grazer), uno de sus hermanos adoptivos, es un experto en los superhéroes. Mary ( Grace Fulton), la mayor, es una chica comprometida con el amor que le tiene a los suyos.
A diferencia de Batson, el doctor Thaddeus Sivana ( Mark Strong) alguna vez tuvo una familia. Alguna vez tuvo el corazón con la nobleza suficiente como para que se le ofreciera ser heredero de Shazam. Sin embargo, su alma también albergaba un deseo de cobrar revancha por una vida de abusos. La tentación por el poder oscuro fue tal que se le negó ser el campeón de la magia y la luz. Sin embargo, dedicaría su vida precisamente a encontrar ese poder y reclamarlo como suyo.
Ante este panorama, tenemos claro quién es el protagónico y quién el villano. Billy recibe el poder para convertirse en Shazam ( Zachary Levi) con el simple hecho de decir ese nombre. Un ente con capacidades súper humanas: fuerza casi ilimitada, híper velocidad, vuelo, resistencia, entre otras. Mientras tanto, Sivana termina por caer en la tentación del pecado y se rinde ante ellos, obteniendo del mal un poder similar al del héroe.
La premisa principal de la historia es una de auto descubrimientos. No olvidemos que el verdadero protagonista, Billy Batson, es un niño de 15 años que no sólo está creciendo. También busca sus propias raíces y, por otro lado, se adapta a una nueva familia. Para ello cuenta con la guía de una familia pero, sobre todo, con poderes que no le resultan una carga sino parte de esta exploración.
Sí, la vida de Billy ha sido muy dura. Pero la afronta con optimismo, lo cual resulta refrescante en historias de origen de superhéroes donde el drama y la tragedia son la constante. Es fácil simpatizar con él porque es un buen muchacho y se divierte. Sumemos que un día descubre que puede convertirse en un adulto con súper poderes. Es un cambio interesante en la narrativa clásica.
Las escenas en las que pone a prueba sus habilidades no sólo son secuencias divertidísimas. Sino también adapta a nuestros tiempos el relato de cómo un héroe clásico se gesta. El mundo descubre las hazañas de Shazam por la manera en que se muestra a través de YouTube y las redes sociales, haciendo de sus logros algo más terrenal. Sin embargo, no tarda en demostrarte que las responsabilidades llegan tarde o temprano.
Mark Strong es un villano interesante como Sivana. Quizá no es el maloso definitivo al que nos tienen acostumbrados otros universos, pero sí es uno que tiene muy claro lo que quiere conseguir con su poder y lo busca. La actuación sobria del intérprete ayuda mucho a creer sus intenciones, las cuales deben ser detenidas literalmente por un superhéroe en entrenamiento.
Zachary Levi es un Shazam adorable. Es un héroe grande y fornido, pero el alma de puberto se le nota en la mirada y las reacciones que tiene ante sus logros. Dylan Grazer, por otro lado, es un nerdazo fantástico y de hecho uno que resulta adorable en pantalla. Sin embargo, es la familia de Billy la que termina robando cámara. A veces es el compromiso protector de Grace Fulton y su personaje, otras es la ternura de Faithe Herman como la pequeña Darla.
Al ser una película que trata más acerca de un descubrimiento, no esperes muchas peleas. El atractivo de acción está centrado en cómo Shazam se da cuenta de qué tan grandes son sus poderes. Esto, así como algunos detalles en cuanto a los efectos especiales (a veces es muy notorio el uso de pantallas verdes o no van del todo acordes con lo que ocurre) puede decepcionar por momentos.

El argumento es más afín a una cinta de comedia que a una de superhéroes. Sobre todo porque nos cuenta más las aventuras de un niño con grandes y poderosos juguetes nuevos que de un mundo en peligro. Esa puede ser una desventaja para muchos: el mundo no se siente en riesgo y, pese a lo que sucede, con dificultad se deja ver todo lo que está en juego. Pero no por ello deja de ser una cinta entretenida.
La banda sonora redondea una película genial. Es el Filadelfia, así que no te sorprenda escuchar alusiones a Rocky. Pero entre eso, música de Queen y hasta la banda sonora de Superman le dan cuerpo a una experiencia más que agradable.
Estamos ante una de las películas que mejor han contado el origen de un superhéroe. Cierto: no es la más dramática, no es la que tiene más acción. Pero si vas a presentar a un personaje que para muchos ha sido olvidado, hazlo de modo que la gente se encariñe con él. Que lo sienta cercano. Lo cual logra de manera excelsa. Dejando la puerta abierta para lo que en el futuro pueda dar. Sólo basta decir la palabra mágica.