Advertencia, antes de que nos desees que nos cargue el payaso, te avisamos que esta nota contiene SPOILERS.
‘IT: Capítulo 2’, 27 años después, Pennywise está de regreso
Un “club de los perdedores” más maduro, un payaso más creativo y casi tres horas de película.


Eso se ha convertido en un clásico del terror, una generación completa creció con miedo a las regaderas gracias a este personaje, por eso a nadie le extrañó que a esta mini serie noventera se le hiciera una versión nueva.
Pensando en el éxito que tuvo la primera película, IT: Capítulo 2 generó bastante expectativa. Los fans esperaban ver una cinta tan buena como la primera parte: una mezcla entre terror, suspenso, nostalgia y risas que nos dejó a todos con un buen sabor de boca. Esta secuela, sin embargo, no logró repetir la fórmula de su antecesora. Desde un principio podemos ver que se trata de una película más oscura, con personajes más maduros y que, en cierto punto, se torna predecible.
La cinta comienza con un grupo de chicos atacando a una pareja gay en un puente, justo al salir de la feria. Uno de ellos termina siendo arrojado al río ante la mirada incrédula y los gritos de desesperación de su novio. Y, claro, junto al río se encuentra un misterioso payaso con cabello rojo que, en lugar de ayudar al hombre en apuros, termina devorándolo.
Uno pensaría que estos 5 minutos de introducción están estableciendo el tono para lo que será el resto de la película, porque en ese momento todo lo que puedes sentir es tensión y un miedo inconsciente a que Pennywise esté escondido en cualquier rincón de la pantalla.

Algunas desapariciones en Derry ponen en alerta a Mike Hanlon, el único de “los perdedores” que decidió quedarse en el pueblo. Mike decide que es momento de llamar al resto de sus amigos y hacerlos cumplir la promesa que hicieron 27 años atrás: regresar a Derry si Pennywise vuelve.
La película dura 2 horas y 45 minutos, así que nos da bastante tiempo para introducir a los “nuevos” personajes. Podemos ver un poco de cómo son las vidas de “los perdedores” ahora que son adultos. Richie, el bromista del grupo, es ahora un comediante de Stand-up. Ben, quien era víctima de bullying por su sobrepeso, se convirtió en un exitoso arquitecto que se ve que va mucho al gym.
Eddie, el pequeño hipocondríaco, es ahora un asesor de riesgos en una compañía de seguros y está casado con una mujer que se parece demasiado a su madre. Stan también está casado, tiene una vida feliz y planea irse de viaje pronto.
Bev está casada con un hombre de dinero pero que, al igual que su padre, la maltrata y golpea. Bill se convirtió en un escritor y guionista, está casado con una actriz y un chiste constante de la película es que todo lo que escribe tiene finales malos.
El grupo accede a reunirse de nuevo en Derry, revelando que al irse del pueblo olvidaron casi todo lo que vivieron con Pennywise y ahora lo ven como un sueño borroso. Mike es el único que recuerda todo lo que pasó, debido a que nunca salió del pueblo.
Es en este momento donde vemos otra parte que nos recuerda que ya no se trata de un montón de niños asustadizos; si alguna vez viste la cinta original, sabes que Stan decide terminar con su vida ante el miedo de regresar a Derry y volver a enfrentar al payaso. Esto impacta mucho al resto de sus amigos, y los hace entender que encontrarse de nuevo con Eso no será tarea fácil.
El resto de la película muestra a “los perdedores” tratando de reunir objetos de su pasado para hacer un ritual que, según las investigaciones de Mike, logrará destruir por fin a Pennywise.
La idea es interesante, sin embargo, llega un punto en el que, cada vez que los personajes están en esa búsqueda, Pennywise se aparece de alguna manera y los hace revivir el miedo, sin embargo, no se presenta como el payaso, sino como personajes amorfos producidos por computadora que, en ocasiones, no tienen la calidad que presenta el resto de la película, se ven falsos, y te rompen la tensión y el miedo que tenías hasta ese momento; sobretodo porque el payaso por sí solo logra ser tan escalofriante, o tal vez más, que en la película anterior y podría aparecer más.
Gran parte de lo que hizo que la primera cinta nos diera miedo, fue el darnos cuenta de que Pennywise estaba escondido en alguna parte de la escena, ver los globos flotar u objetos moverse al fondo y sentir que, en cualquier momento, podía aparecer para sacarnos un buen susto. Esta película, por el contrario, nos pone frente a la cámara todas las cosas que “dan miedo”, y lo repite tantas veces que, se vuelve un poco predecible.

Tiene algunos momentos que recuerdan a la cinta anterior, como cuando Bev visita su antiguo departamento y no puedes evitar sentir que algo malo va a pasar. La escena en la casa de los espejos, en la que Bill intenta salvar a un niño de las manos de Pennywise también es estresante, el juego de luces y el saber que es solo cuestión de tiempo para que el payaso aparezca te tiene al borde del asiento.
Pero luego tiene momento como cuando volvemos a ver al leproso que asusta a Eddie o a una estatua gigante persiguiendo a Richie que le restan calidad a la película y que se sienten como un “terror fácil”.
A pesar de todo, la cinta logra atraparte, obviamente en el fondo estás deseando que el payaso no se cargue a "los perdedores" antes de que descubran cómo matarlo. Además tiene momentos que te hacen reír muchísimo, pero están tan bien medidos que no se termina convirtiendo en una comedia. Los flashbacks a la juventud del grupo son un punto extra. Conocemos un poco más de sus vidas e incluso descubrimos cuál es el verdadero miedo de Richie.
La parte final termina siendo lo menos espectacular de la trama, cayendo un poco en la broma recurrente de que Bill no sabe escribir finales. Aunque tiene momentos fuertes y no todos los personajes logran salir intactos, su forma de destruir a Pennywise dura tanto que se vuelve un poco aburrida. A pesar de que no todo es maravilloso en esta cinta, y se siente menos espectacular que la primera, la película te sacará más de un susto, y te tendrá al borde del asiento en más de una ocasión, pero probablemente también te haga preguntarte “¿faltará mucho para que se acabe?”.
Eso sí, si eres un fan de Stephen King, definitivamente no te la puedes perder, porque el autor tiene una pequeña participación en la cinta que le saca una sonrisa a todos los que se encuentran en la sala de cine.