Cansada de las habladurías, Augusta decide intervenir para evitar que el buen nombre de su hija deje de estar en boca de todos y le suplica a Adolfo que la apoye en su plan.
Cansada de las habladurías, Augusta decide intervenir para evitar que el buen nombre de su hija deje de estar en boca de todos y le suplica a Adolfo que la apoye en su plan.