Hernán Darío es un muchacho bueno, trabajador, honesto, leal, sano. Es el mensajero de la tienda de Don Jaime, por lo que pasa gran parte del día en su bicicleta llevando mandados a los habitantes del pueblo. En sus ratos libres le gusta hacer ejercicio en el parque.
Hernán Darío Bayona
Juan Pablo Urrego
Por:
Oswaldo Betancourt.

Sin senos sí hay paraíso
Imagen Telemundo
Pero su tranquila vida dará un inesperado giro cuando un día toque a la puerta de Catalina “La Pequeña” y quede prendado de su angelical belleza, pues la caprichosa Daniela y su madre - “La Diabla”- le harán pagar caro la osadía de enamorarse de su gran enemiga, obligándolo a perder toda su inocencia, y a convertirse en un mensajero de la muerte.
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