Sí, nos decimos muy orgullosos de nuestras tradiciones. En especial de aquellas como el Día de Muertos. Pero, de vez en cuando, descubrimos que la gente de afuera le tiene mayor aprecio e, incluso, tiene más ánimos de exponerlas. Pasó con Coco, de Pixar, y claro, con Spectre.
007 y el Desfile de Calaveras
Cuando una película rescata tus tradiciones

México era el escenario perfecto. Y si algo identifica al país es la festividad de difuntos. Sólo que hay un problema: ¿cómo manifestar en la capital mexicana dicha tradición? Cierto, están los festejos en Mixquic o Xochimilco. Pero no son sencillos de retratar en un cinta de espías. Así que, en el guión, apareció un desfile de calaveras. No existía uno como tal en el Centro de la Ciudad, pero no desentona.
Sabemos que la producción de la cinta cerró, durante diez días, el centro de la Ciudad de México. Entre las escenas a filmar se encontró este peculiar desfile. La intención era dotar a la ciudad de un festejo que fuera vistoso en pantalla, que le diera color, aunque no existiera.
Justo el año en que se estrenó la película, y ante la expectativa generada por dicha escena, el gobierno de la capital decidió adoptarla como un evento especial para las festividades de muertos. Como es común, la intención fue meramente servir como un imán turístico. Especialmente en una temporada donde el turismo busca vivir con todo una tradición tan peculiar.
Cierto, hubo muestras de rechazo. Sin embargo, con el paso del tiempo, la población de la capital comenzó a darle importancia a dicha celebración. No sólo por su ánimo festivo, sino también por el colorido y la espectacularidad que encarna.
Hoy, dicho festejo es prácticamente una tradición que llegó para quedarse. Una que no teníamos y que, por supuesto, parece que necesitamos que nos recordaran de fuera para poder darle importancia.