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¿Los perros pueden amarnos? La ciencia dice que sí

Un estudio descubrió que los perros tienen la necesidad innata de comunicar su "amor", creando un lazo afectivo con su dueño
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(Foto: Pixabay)

Todos los dueños de un perro crean lazos afectivos con su mascota, y en la mayoría de los casos este “amor perro” es recompensado.

Pero ¿Por qué es tan común esta relación de cariño entre seres humanos y canes? De acuerdo con un especialista, el secreto es el amor.

A continuación te contamos todo lo que sabemos sobre el amor de nuestras mascotas.

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(Foto: Pixabay)

El amor perro

Durante toda la historia de la psicología moderna, se rechazó ampliamente la idea de que los animales pueden experimentar el amor.

De hecho, se consideró que ese sentimiento, junto con otros como el odio, son exclusivos de los seres humanos.

Es hasta hace relativamente poco tiempo, los últimos 20 años, que han surgido nuevas interpretaciones de lo que conocemos como “amor”.

De hecho, Clive Wynne, fundador del Laboratorio de Ciencias Caninas de la Universidad Estatal de Arizona, es uno de los partidarios más importantes de una nueva teoría, relacionada con el “amor perro”.

Según Wynne, solo podemos entender la relación que ha existido a lo largo de la historia entre los humanos y los perros por el amor que existe entre especies.

¿Los perros nos aman?

Wynne sostiene que, cuando inició sus investigaciones hace 20 años, él también pensaba que era erróneo atribuirle la posibilidad de amar a los perros.

Pero, conforme fue entendiendo mejor a estos animales, descubrió que la necesidad de compañía y amor de los perros era prácticamente igual que la de los humanos.

Si bien, la inteligencia de los canes es limitada en muchos aspectos, son animales con un gran sentido de “hipersociabilidad“, a lo que también llama el especialista como “gregarismo extremo”.

Es decir, los perros tienen características intrínsecas que los vuelven animales sociables.

La oxitocina y los perros

En el mismo sentido que Wynne, una investigación reciente dirigida por Takefumi Kikusui, de la Universidad Azabu de Japón, descubrió que los perros y los humanos son muy parecidos en una cosa: la forma en la que los afecta la oxitocina.

La oxitocina es la sustancia química del cerebro que consolida los lazos emocionales entre las personas. Es decir, los lazos de cariño que tienes con tu familia, pareja y amigos, está relacionada con la oxitocina.

Según la investigación de la Universidad Azabu, las relaciones entre perros y humanos también están reguladas por la oxitocina. No solo eso, los niveles de la sustancia química aumentan cuando los humanos y sus perros se miran a los ojos, reflejando el mismo efecto que existe entre madres y sus hijos bebés.

El doctor Kikusui concluye en su estudio que los humanos y los perros refuerzan sus vínculos afectivos por medio de la generación de oxitocina, de la misma forma que se construye entre las familias de ambas especies. Y la manera de crear -y reforzar- ese vínculo es por medio de las miradas.

El gen del amor perro

Pero existe otra razón para afirmar que los perros “aman”, y se encuentra en la genética de estas peludas bestias.

De acuerdo con una investigación de la genetista de la UCLA Bridgett vonHoldt, los perros tienen una mutación en el mismo gen responsable del síndrome de Williams en humanos, una condición caracterizada por, entre otras cosas, un gregarismo excepcional.

Así, al igual que las personas con síndrome de Williams, los perros necesitan complacer su deseo de formar relaciones cercanas con las personas de su entorno, amar y ser amado.

Fiel como un perro

El ya mencionado doctor Wynne, realizó diferentes experimentos para medir la fidelidad de un perro.

Descubriendo que, aun cuando podría recibir recompensas de extraños, abrumadoramente preferían la cercanía de su dueño antes que una recompensa de un extraño.

El mismo especialista, por medio de resonancias magnéticas, descubrió que los cerebros de los perros responden a los cariños tanto o incluso más que a la comida.

Pero, aunque los perros tienen una predisposición innata por el afecto, para que surta efecto se requiere de una crianza temprana en la vida.

Es decir, para tener un “amor perro” incondicional por su dueño, tiene que conocerlo y ser cercano a él en sus primeros meses de vida.

Así, a final de cuentas, lo único en lo que coinciden todos los expertos es en que, más que consentirlos con juguetes y ropa cara, lo único que quieren nuestros perros para amarnos es un cariño recíproco, así que dedícale tiempo y atención a tu mascota y, con ese simple detalle, te amará más y lo harás más feliz.