La pandemia del coronavirus pone a prueba el Halloween, una de las festividades que más disfrutan en Estados Unidos, por lo que el ingenio para repartir dulces de manera segura y divertida en estas circunstancias se ha incrementado.
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“Siempre me ha encantado el Halloween. Este ha sido un año rudo para todos”, dijo Carol McCarthy, de Palmyra, Nueva Jersey. “Voy a hacer un esfuerzo adicional este año para que continúe la magia”, aunque no es la única.
Encuestas de la Federación Nacional de Minoristas indican que el gasto y la participación en Halloween se van a reducir un poco, a 8 mil 050 millones de dólares comparado con 8 mil 780 millones el año pasado. Pero muchos de los que participan piensan gastar un poco más, según el informe.
“Para los consumidores sigue siendo importante festejar nuestras fiestas tradicionales aunque sea por medios no tradicionales”, dijo el CEO de la federación, Matthew Shay, en un comunicado.
McCarthy dijo que se asegurará de que los niños que salgan a pedir dulces -y sus padres- se sientan protegidos este Halloween en Estados Unidos, por lo que su esposo Tom fabricó una tolva con un caño de PVC, misma con la que piensa rociar periódicamente el extremo con alcohol para desinfectarlo y transmitirá un mensaje, disfrazada de pirata: “¡Pónganse la máscara, compañeritos! Párense a distancia de un tablón”.
En su barrio de Columbus, Ohio, Julie Schirmer practica lanzar dulces con una honda (una especie de resortera). “Ojalá hubiera un manual, pero amo el Halloween y siempre lo he festejado”, dijo.
“Me duele pensar que tanta diversión no sea conveniente este año”, continuó. “Por eso estuve pensando y traté de ser creativa”.
En lugar de las habituales bolsitas de pequeñas dulces, lanzará distintas barras de chocolate.