El Palacio de Buckingham está trabajando para revisar a fondo las “políticas de diversidad” en respuesta a las acusaciones de racismo vertidas por el duque y la duquesa de Sussex, Harry y Megan Markle.
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La revisión afectará también a la Casa de Clarence y al Palacio de Kensington Palace, según fuentes de la Casa Real citadas por la cadena británica BBC.
Las fuentes explicaron que ya existen unas políticas concretas al respecto, pero los resultados no son los esperados, por lo que apuestan por su renovación.
Entre los cambios que se barajan está el nombramiento de un “jefe de diversidad” y están trabajando para recopilar opiniones porque “quieren que esto se haga bien”.
Estas labores habrían comenzado antes de que Harry y Meghan denunciaran actitudes intolerantes en la Familia Real durante una entrevista con la presentadora y actriz estadounidense Oprah Winfrey. En la conversación revelaron que les preguntaron si el hijo de ambos sería muy oscuro incluso antes del parto.
Harry y Meghan no quisieron revelar quién realizó este comentario, pero más tarde Harry aclaró a Oprah que no fueron ni la reina Isabel ni su marido, el duque de Edimburgo.
Tras la polémica, el Palacio de Buckingham manifestó su “preocupación” y aseguró que “afrontarían muy seriamente y en privado” esta cuestión.
Con información de Europa Press
RVC