Sigue siendo la hermosa, exuberante, divertida, carismática, intuitiva y chispeante mujer que hemos conocido, ahora convertida en jefa de su propio negocio: un burdel de baja calaña.
La Tuti, al igual que Vicenta, será una madre que protegerá a su hijo por sobre todas las cosas, por eso lo ha enviado a estudiar en los mejores internados de España, para alejarlo del mundo narco y darle la vida y la educación que ella jamás tuvo.