Fuente: El Espejo Gótico
Tips para ligarte un 'Chupa sangre'
No necesitas lucir como Elena para traer a un Damon o Stefan rendido a tus pies, sigue estos pasos.

No necesitar lucir como Elena Gilbert para enamorar a un vampiro, únicamente tienes que seguir los siguientes tips y listo, tendrás a tus pies a Damon y Stefan, o en su defecto al chico gótico de tu escuela y trabajo.
En la antigüedad, una de las formas más utilizadas para atraer a un vampiro consistía en elegir un niño o una niña, lo suficientemente jóvenes como para ser vírgenes, obviamente esto ya no es recomendable, sobretodo la parte de "vírgenes". #NoCierto.
Existen otros métodos, un poco más modernos y que no implican que termines en la cárcel, para atraer a los vampiros; los cuales consisten en aplicar inversamente los ritos tradicionales para alejarlos.
Así como los vampiros odian el ajo, también adoran el aroma de las amapolas. Estas flores ejercen un tremendo magnetismo en los vampiros, ¡consigue un perfume que incluya este ingrediente y velos caer a tus pies!
Se considera que los vampiros pueden ingresar en una habitación sólo cuando la víctima los invitaba, conscientemente o no. Cuelga un letrero que diga "Bienvenido" en tu ventana y listo, solitos llegarán a tu cuarto.
Los vampiros no temen a ningún símbolo sagrado, sólo los aborrecen cuando las cruces y relicarios operan como catalizadores en manos de hombres de probada fe. En pocas palabras, puedes colgarte lo que quieras en tu look siempre y cuando no seas monja.
Las rosas producen en los vampiros un fuerte rechazo, especialmente las blancas, elimínalas de tu casa y tampoco es recomendable tener un recipiente con agua en la habitación, particularmente cerca del lecho, ya que los vampiros no pueden cruzar ningún límite marcado con agua.
La mujer y el vampiro deben complementarse: él leerá tus deseos más recónditos, incluso de los que no eres consciente, y saciará todos sus apetitos a medida que bebe tu sangre. Te recomendamos tener un celular y el número del 911 a la mano, poooor si las dudas.
Nadie que haya sido mordido por un vampiro recordará plenamente la experiencia, y mucho menos el rostro de su siniestro visitante. La noche será como una pesadilla, pero si se trata de Damon o Stefan bien vale la pena un mal sueño, ¿a poco no?