Las ventajas de no ser un 'matadito' en la escuela

Axl Heck, el hijo rebelde de The Middle, te da 7 razones para aventar los libros y dejar de preocuparte por la tarea.

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Por:
Christian Pedraza.
The Middle
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Imagen Televisa.com

Fuente: Geceka

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¿Crees que ser un 'matado' en la escuela te ayudará en el futuro? ¡Te equivocas! No es que esté mal ser buen estudiante, pero eso de vivir presionado, con tensión y sin poder disfrutar la niñez y adolescencia no es para todos.

Obviamente, el conocimiento teórico y práctico que dejan los maestros y los libros da buenos resultados para ganarte el 'pan de cada día', pero las lecciones de vida también son valiosas en el largo plazo.

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Tomando en cuenta todo lo anterior, Axel Heck de The Middle te comparte las siete ventajas de no haber sido un 'cerebrito' durante tu paso por la escuela. Toma nota, o no lo hagas... ¡da igual!

1. Aprendiste a lidiar con el fracaso

Una de las cosas de las que nadie nos habla cuando somos pequeños, es del fracaso y sus consecuencias. Ese par de conceptos llegan solos y de manera contundente, pero definen tu personalidad en todos los ámbitos.

2. Casi no conoces el estrés

¿Estrés? Al ser de los relajados de la clase, pocas veces conociste el estrés al que estaban sometidos los del resto del salón. Incluso ya cuando el tiempo se terminaba y debías explotar en estrés, no lo hacías, llegaba una especie de autocontrol que permitía hicieras en tiempo tus tareas, trabajos y exámenes.

3. Poder de negociación

Al ser el o la mala estudiante de la clase, adquiriste una habilidad de negociación que pocos tienen el honor de poseer. Reducir castigos, tareas, trabajos y persuadirlos para no ser tan drásticos, es labor muy difícil y lograrlo es una verdadera hazaña, pero si lo haces, las negociaciones son lo tuyo.

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4. Valoras lo verdaderamente importa

Llegada la hora de la verdad, al enfrentar a tus papás, maestros y directores sabías que en ese momento el mundo se terminaba, pero justo fue en esos momentos que te diste cuenta que las cosas tienen un costo y un sacrificio en la vida.

5. Sabes trabajar bajo presión

Siempre había un momento en el que la vida te quería poner un alto y pretendía que sufrieras por todo lo malo que habías hecho. Estudiar lo de todo el año para el examen final o pasar todos los apuntes para entregarle a tu profe, ese tipo de presión hizo que conocieras el trabajo bajo presión: algo necesario para el mundo laboral actual.

6. No tienes miedo de equivocarte

Algo que puede frenar a muchos, es el miedo a equivocarse. De hecho, algunos por esta situación prefieren evitar todo en lo que crean que pueden llegar a fallar. Pero tú no, tú sabes administrar el tiempo y no tienes miedo de equivocarte.

7. Eres más sociable

Seguramente tus amigos eran las principales causas de tu poco compromiso escolar. Esos que no te dejaban morir solo y reprobaban todos en conjunto. Las idas de pinta, las escapadas, el olvidar hacer la tarea por salir a jugar y el no estudiar por salir a cotorrear, te hicieron conocer a las personas que nunca te van a abandonar.

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