Fuente: Leyendas-Urbanas.com
La leyenda de La Planchada
Una enfermera del Más Allá que atiende a los pacientes graves.

La leyenda de la planchada es probablemente una de las más populares de México. En ella narran la historia de una enfermera fantasmal que vaga por los pasillos de un hospital y atiende a los enfermos que necesitan ayuda médica.
Cuentan que cierto día, una chica llamada Eulalia entró a formar parte del personal de enfermería en un hospital. Era una chica de buena presencia, con cabellos rubios, ojos claros y facciones finas, con una actitud amable y educada aunque revestida por un ligero aire de seriedad.
Tras su muerte, comenzaron a surgir testimonios de gente que era atendida por una amable enfermera que no parecía pertenecer al personal del hospital. Una chica joven con la ropa impecable, perfectamente planchada, tal y como la llevaba Eulalia en vida. Normalmente los testimonios eran confusos porque solía atender a los enfermos cuando dormían, se encontraban sedados o estaban muy graves.
En cierta ocasión, una de las enfermeras que trabajaban de noche se quedó dormida en su turno. Su negligencia le podría haber costado la vida a un paciente que necesitaba una importante medicación para tratar una fuerte infección que hacía peligrar su vida. El hombre, semi inconsciente, observó como una enfermera, a la cual no pudo reconocer porque tenía el rostro ligeramente borroso y como desdibujado, le suministró el antibiótico necesario y, mientras lo arropaba, le dedicó una caricia en el pelo. Un par de horas después, la enfermera que se había dormido en su turno se despertó sobresaltada y, acordándose de lo importante que era suministrarle la medicación al señor, salió corriendo hacia su habitación, temiéndose lo peor.
Al llegar allí se encontró que, el goteo que mezclaba el antibiótico con el suero, estaba perfectamente colocado y la dosis era la correcta. Aún asustada, le preguntó al paciente quién le había puesto la medicación. La respuesta la dejó helada: "Su compañera rubia, la que tiene la bata sin una sola arruga".
Ésta fue una de las cientos de veces que "La Planchada" atendió a alguien que necesitaba la ayuda médica o que había sido descuidado por las otras enfermeras. Pocos son los que la recuerdan, ya que siempre atiende a personas graves o cuando están medio dormidas; ninguno puede recordar su rostro con claridad, ya que, casi siempre que se ha dejado ver, lo ha hecho con su cara ladeada o de espaldas. Pero todos los testimonios concuerdan en lo mismo, en lo impoluto de su aspecto y en la perfecta forma en la que están planchadas sus ropas, así como en lo cordial y profesional de su trato.
Según varias fuentes esta leyenda es originaria de México, específicamente del hospital de Juárez, pero se cuenta que la planchada ha aparecido en otros hospitales e incluso hay historias similares en otros países. Esta podría denominarse la versión "moderna" de la leyenda que se hizo enormemente popular en el siglo XX en México.