Identifica si eres adicto al drama

Fuente: Cultura Colectiva

La vida siempre nos sorprende con situaciones adversas, éstas nos sirven para forjar el carácter y la personalidad; sin ellas seríamos una peor versión de nosotros mismos.

Recuerda que los momentos de crisis son pasajeros y que, a pesar de contar con ayuda externa, la decisión y coraje para salir adelante debe venir de nuestro interior.

¿Recuerdas al hamster de Malcolm in the Middle?

Señales de gente tóxica en redes sociales

Si últimamente te sientes estancado y crees que todo lo malo te pasa sólo a ti, esto te interesa. Los chicos de Cultura Colectiva te presentan 18 señales para saber si eres adicto al drama.

1. Todo está siempre mal

No importa qué tan bien te vaya, siempre estás a la defensiva en espera de que algo arruine "tus días buenos". No importa si son pequeños detalles, cualquier cosa puede arruinar tu felicidad.

2. Todos están mal siempre

Sabemos que hay muchas cosas y personas en el mundo que están mal, que no concuerdan con nuestra manera de pensar y que deberían cambiar, pero si tus pláticas y pensamientos siempre giran en torno a lo mal que están los demás, el que está equivocado podrías ser tú.

3. Sólo a ti te pasa lo peor

No importa lo trágica que sea la historia que escuches, siempre interrumpes con un "¡Uy, si supieras lo que me pasó a mí, te mueres!". Esto es porque tal vez vives tan centrado en tus problemas que no ves más allá de ellos.

4. Si alguien no está de acuerdo con tu comportamiento te molesta

¿Quién se cree para decirme que exagero? ¡Es que él tiene todo fácil, no sabe por lo que estoy pasando! Estos pensamientos probablemente han cruzado por tu cabeza más de una vez, pero debes estar consciente que es imposible que aquellos que te quieren te den la razón en todo y te permitan seguir en ese camino de autocompasión.

5. Quieres que las cosas sean como no son

Tienes la idea de cómo, según tú, deberían de funcionar las cosas, pero cuando la realidad te golpea te desilusionas y forzarla a que sea como te la imaginas, olvídalo, eso es imposible.

6. Crees que todos te deben algo

Sientes que como has ayudado a diferentes personas en tu camino ellos tienen la "obligación" de responder de la misma manera. Nada más alejado de la realidad; si das tu mano a alguien hazlo sin el interés de ver qué hará esa persona por ti.

7. Cuando alguien te ayuda no sabes qué responder

Cuando finalmente alguien cede a tus deseos de atención y te pregunta ¿cómo te puedo ayudar?, divagas entre diferentes opciones y no respondes concretamente, porque en el fondo sabes que tienes todo para salir adelante.

8. Buscas justificar tus errores

Lo sabemos, todos nos equivocamos, no hay nada de malo en eso, lo malo es no saber aprender de ellos y reconocerlos para no volver a pasar por lo mismo.

9. Buscas defender tu postura de víctima

Cuando alguien te dice que comprende pero que puedes hacer algo para mejorar tu situación, te pones a la defensiva y te niegas a aceptar soluciones concretas con argumentos como "Eso ya lo intenté", "ojalá fuera tan fácil", "Tú no sabes lo mal que me va" o "Nadie me comprende".

10. No asumes tu responsabilidad en los problemas ni éxitos

Cuando algo bueno o malo sucede prefieres que factores externos sean responsables de tu situación: o tienes una racha de buena suerte o todos tienen la culpa de lo mal que te va. ¿Tienes problemas de salud? Deja de preocuparte por cambiar de hábitos y comprométete a cambiarlos.

11. Maximizas los problemas

Dicen por ahí que si un problema tiene solución, ¿para qué preocuparse? Y si no la tiene, ¿para qué preocuparse? Sí, hay situaciones adversas, pero si quieres salir de ellas, analízalas con objetividad y no magnificándolos.

12. No consideras lo afortunado que eres

Tal vez te queda un rastro de comportamiento adolescente: cuando tus papás te compraban algo, pero no era lo que querías, no valorabas el esfuerzo porque no era justo aquello que deseabas. Sin importar lo mala que sea nuestra situación, pensemos que no somos los únicos con problemas y que tal vez en el mundo hay quienes están en peores situaciones.

13. Usas en exceso las redes sociales

No importa si es para quejarte, expresar tu tristeza o tus problemas, siempre actualizas tu estado de ánimo, sin tomar en cuenta que muchas veces cruzas la línea entre lo privado y lo público, generando que menos personas te tomen en serio.

14. Eres extremista

O todo está muy mal o el mundo es un bello campo de flores en el que corres feliz: para ti no hay puntos medios. No te sientes tranquilo si pasaste un día sin sobresaltos, todo siempre debe ser intenso y emocionante, aunque no sea de forma positiva.

15. Sólo estás a gusto cuando hablas de problemas

Cuando te encuentras a alguien o llegas a casa, sólo hablas de lo mal que lo has pasado, no hay espacio para buenas noticias o bromas. No es que esté mal desahogarnos, lo malo es que quien te escuche todos los días sienta que ya empezó la hora de la telenovela cada vez que te escucha.

16. Sólo te gusta estar con gente que "te entiende"

Te gusta estar con gente que sabes que te dirá que tienes la razón, que haces todo bien y que el mundo y tus problemas son los peores, y tienen la culpa de lo que te sucede. Similar a cuando tenías 13 y tus papás eran los seres más malvados sobre la tierra porque no te dejaron salir una tarde con tus amigos.

17. Cuando las cosas van bien, van mal

Incluso cuando te estás sintiendo increíblemente bien, inconscientemente buscas sabotearte para que algo vaya mal y así obtener atención y compasión de los que te rodean.

18. Alejas a las personas

A nadie le gusta rodearse de alguien que se queja 24/7, pues drena nuestra energía y nos frustra no poder ayudar, y sin darte cuenta poco a poco las personas se alejan de ti, no porque no te quieran, simplemente el papel de víctima eterna cansa.

Visita el sitio oficial de Malcolm in the Middle