Fuente: Entrepreneur
10 señales de que vives muy estresado
¿Te imaginas vivir con los Heck? ¡Qué estrés! Checa los síntomas de alguien que está constantemente presionado.

El estrés es parte de nuestra vida, ¿alguien puede estar 100 por ciento libre de presiones en este mundo moderno? Imagina vivir en la casa de los Heck, esa familia pondría de nervios a cualquiera.
No sólo los protagonistas de The Middle ven afectada su salud física y mental en Canal 5, tú también podrías estar atravesando una situación que tendría consecuencias graves de no ser atendida.
Los expertos clasifican los síntomas del estrés en cuatro rubros: cognitivos, físicos, emocionales y de comportamiento. Estas son las principales señales que indican que es momento de recuperar la paz interna.
1. Te sientes cansado todo el tiempo. Sea mañana, tarde o noche, la sensación de fatiga nunca abandona tu cuerpo. El estrés es uno de los principales vampiros energéticos.
2. Te enfermas con frecuencia. Primero te da un ataque mortal de gripa; cuando te recuperas, una gastritis tremenda se apodera de ti. Sufrir padecimiento tras padecimiento es señal inequívoca de que tu cuerpo se encuentra bajo mucho estrés.
3. No puedes dormir. ¿Te ha pasado que das vueltas y vueltas en la cama y simplemente no puedes conciliar el sueño? En el momento en que recuestas la cabeza sobre la almohada, tu mente se empieza a llenar de tareas pendientes.
4. Tu mente está dispersa. Tu cabeza está en todas partes, y a la vez, en ninguna. Tienes tanto en mente que te olvidas de cosas simples. Asimismo, te sientes incapaz de concentrarte.
5. Te duele la cabeza. Si todo el tiempo te duele la cabeza o te sientes mareado, es probable que necesites alejarte unos días del trabajo y el estrés citadino para recuperar tu calidad de vida.
6. Estás irritable. Cuando estás muy estresado, tu tronco cerebral ?la parte primitiva de tu cerebro? toma el control, y la parte que permite que planees cede parte de él. Por esta razón, puedes explotar prácticamente por cualquier cosa.
7. Bebes (o fumas) más que antes. No tiene nada de malo tomarse una cerveza o dos después del trabajo, pero si sientes que éste es un método de escape, presta atención.
8. Pierdes el apetito o comes de más. Debido a la ansiedad, comes todo el tiempo ?y no precisamente cosas saludables? o, de plano, pierdes todas las ganas de comer.
9. Te vuelves negativo. Pase lo que pase, todo está mal. Ver el lado negativo de todas las cosas es señal de que no estás disfrutando lo que haces y de que tus actividades diarias te están abrumando.
10. Estás ansioso. Aunque sea fin de semana, te sientes preocupado. Esto se ve reflejado en la adopción de manías como morderte las uñas o incluso en tics nerviosos.
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