Antes de que reinicie la franquicia, recordamos su legado de sangre
Por:
Editorial Televisa
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Chucky, el muñeco diabólico, regresará a los cines en unos días con un reinicio de la franquicia. Pero, pese a ello, no hay mejor forma de darle la bienvenida que recordando su camino de muerte y sangre.
MGM
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En 1988 conocimos a Chucky en su primera película. Una cinta que provocó terror en muchos, risas en otros y comenzó un conteo amplio de muertos a lo largo de tres décadas.
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¿Creías que la maldición había terminado? Pues Chucky 2 nos demuestra que, pese a los intentos de la empresa por quitarse de encima el problema, un muñeco diabólico nunca está realmente muerto.
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Chucky 3 nos demostró que pueden pasar los años, puedes crecer, pero un muñeco asesino seguirá detrás de ti si ya te tiene ubicado como víctima.
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En La Novia de Chucky aprendimos que un muñeco diabólico puede matar a una fan y transferir su alma a una muñeca con el fin de tener novia.
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En Seed of Chucky se las arreglaron para que a través de embarazos forzados, doble personalidad y otras situaciones igual de funestas el muñeco diabólico tuviera descendencia.
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Curse of Chucky nos enseñó que un muñeco diabólico puede matar a una familia entera, pero un ser humano será culpado por las muertes e internado en un manicomio.
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Cult of Chucky nos mostró que, al final, un muñeco maldito puede poseer a una persona y terminar, impune, con más de 60 asesinatos a cuestas.