Poltergeist y la muerte de sus jóvenes estrellas
Es una historia común alrededor de las películas de terror: durante sus filmaciones suelen ocurrir sucesos sobrenaturales en la vida real. O, al menos, eso es lo que se cuenta. Sin embargo, pocas veces los rodajes están tan malditos como el de Poltergeist, cinta de 1982 que representó el primer hit de Steven Spielberg como productor. En especial porque sus estrellas más jóvenes, miembros de la familia protagónica en la trama, tuvieron destinos trágicos.
Dominique Dunne, quien daba vida a la hermana mayor de Carol Anne, estaba conociendo las mieles del éxiton en Hollywood con esta película. Su actuación hizo que le cayeran varias propuestas. Por supuesto, en el terreno personal estaba viviendo una nueva realidad. Conoció a John Sweeney, quien se presentaba como un exitoso chef. Ambos iniciaron una relación, la cual sellaría más tarde el destino de la joven actriz.
Sweeney, celoso por el éxito de su pareja, desquitó su coraje contra ella con un abuso doméstico. Llegó al punto de que, actuando como mujer maltratada en la cinta Hill Street Blues, no fue necesario maquillar moretones para mostrar los ataques contra su personaje. Eran reales. En un momento, Dunne decidió cortar. Cuando su ex pareja fue a visitarla rogándole que volviera, él terminó por estrangularla.
La historia no acaba allí. A través de argucias legales, Sweeney sólo pasó en prisión dos años y medio por el homicidio. Incluso se cambió de nombre para poder encontrar trabajo como cocinero en otro restaurante. Sin embargo, eso no detuvo a la familia de Dominique. Su madre localizó al asesino y, fuera del local, repartió volantes. "Las manos que preparan tu comida estrangularon a Dominique Dunne".
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La muerte de Dunne fue el inicio de la leyenda negra de Poltergeist, serie que siguió cobrando víctimas entre su elenco. Pero ninguna tan célebre como Heather O'Rourke. Ella interpretó durante toda la saga a Carol Anne. Su éxito a temprana edad le garantizó no sólo una participación en las tres cintas, sino en otros proyectos como Happy Days.
A una franquicia marcada por la tragedia sólo le faltaba que su rostro principal fuera víctima de la maldición. Y, finalmente, sucedió. Heather acusó fuertes molestas estomacales durante la filmación. Para la época, los médicos tuvieron problemas para detectar la causa. Se trataba de una estrechez congénita del intestino, la cual fue detectada tarde.
El 1 de febrero de 1988, a la edad de 12 años, Heather O'Rourke dejó este mundo debido a complicaciones de su enfermedad. Lo peor: fue muy poco después de grabar sus escenas de Poltergeist 3. Cuando la MGM, después de ver el resultado, pidió volver a rodar el final... su protagonista ya había fallecido.
¿Es leyenda solamente? ¿Una atroz coincidencia? Nunca podremos estar seguros. Pero estas historias de horror en la vida real le terminaron por dar a esta franquicia una mística oscura, un aura letal y, al final, contribuyeron a que aún hoy sigan mirándose con cierto respeto estas cintas.