En otras noticias, vimos el pene de Batman

A estas alturas es obvio que Batman tiene pene (y que "pene", al ser como se llama realmente ese miembro masculino, no es una mala palabra). Especialmente considerando que es humano, es hombre y hasta ha tenido descendencia de manera oficial en los cómics. Lo único que nos faltaba era verlo. O, al menos, ver su contorno. Eso ya sucedió.

Esta escena, que aparentemente ha tenido la misma relevancia que otras como la muerte de Superman, apareció recién en Batman: Damned #1. Con historia de Brian Azzarello y arte de Lee Bermejo, estuvo planteado para darle un acercamiento más maduro a los relatos del Hombre Murciélago. Bueno, pues fue tan adulta esta perspectiva que Bruce Wayne, cansado y fastidiado de un día combatiendo al crimen, se quitó el traje.

Lo que vimos, evidentemente, pasará a la historia del cómic.

Hubo críticas a DC Comics por la publicación, tantas que en la versión digital la escena fue censurada. Por otro lado, posteriores reimpresiones del número no incluirán este panel, lo cual hará del ejemplar uno muy valioso entre los coleccionistas. Además, el asunto trascendió más allá de los fans del cómic, llegando hasta las noticias.

Incluso hubo quien se atrevió a medir el tamaño del pene de Bruce Wayne. Porque tus clases de matemáticas y álgebra deben servir para algo. Considerando una estatura de 1.88 metros para Batman, haciendo las cuentas necesarias, lo que se ve en la historieta tiene una longitud de 10.16 centímetros. Ya el estado en el que se encontraba, bueno, depende de la interpretación de cada quien.

Es la segunda vez en tiempos recientes que el Hombre Murciélago y su intimidad dan de qué hablar en los cómics. Apenas hace unos meses se anunció con bombo y platillo su boda con Catwoman, la cual no término particularmente bien para Wayne. Ahora, bueno, le sacaron este trapo al sol.

Sí, sabemos que hay quienes pueden ofenderse por este tema. Pero seamos honestos: no se ve del todo, es una parte del cuerpo humano, está en una obra destinada a un público maduro y, finalmente, es una obra de ficción.