Las chipiletas, los piedrulces y las muppaletas: Estos dulces los disfrutabas en tu infancia

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Chipileta lleva décadas deleitando el paladar de los niños. ¿Qué presentación te tocó?

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Otra paleta picosita mexicana es la Ricaleta, dulce por fuera, picosita por dentro.

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Si te querías dar una buena enchilada, la Gudu pop con chile era la opción.

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Tico Tico, el polvito más dulce que picoso. ¿Lo has probado? Nunca es tarde.

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Uno de los que desaparecieron pero eran buenos era el Pico Rico.

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Otros dulces de antaño que te harán sentir que perteneciste a la prehistoria fueron los Piedrulces, de esa época en la que los personajes de las caricaturas salían en el empaque.

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Y si hablamos de personajes y una opción para desenchilarte, para eso estaban las Muppaletas. Eran dobles, así podías compartir (o no) y los sabores eran tamarindo (Rufo), limón (Rana René), mango (Animal), uva (Gonzo) y fresa (Peggy).

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En la competencia había una paleta de hielo riquísima, la Vampiro, que era de grosella con uva. Estuvo sepultada por años, pero acaba de regresar para saciar tu sed.

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A veces no hay que buscarle demasiado, menos es más, como las Abejitas. Estos sobrecitos con miel líquida eran muy ricos, pero ya se extinguieron.

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Antes del Tratado de Libre Comercio era difícil tener acceso a dulces del gabacho, pero uno de los que circulaba bastante era el chicle de espinacas de Popeye.

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Si no te convencía el marinero, también estaban las tiras de chicle de Garfield.

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Y si te encantaba la goma de mascar, The long one era tu opción. Laaargo, laaargo, eEes.

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El Crayón es pulpa que sale de la "punta" de una "crayola". La diferencia con otros es que le sale más relleno por su hoyito que al Pelón por sus rendijitas.

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Por último, un clásico de varios sabores que nos enseñó lo que es un palíndromo, Sugus "al derecho y al revés", era chiclosito y el consentido de muchos.