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Jugamos 'Immortals: Fenyx Rising' y vivimos una aventura mitológica

Los antiguos Dioses griegos recurren a un humano como su última esperanza en esta creación de Ubisoft.
Publicado 2 Dic 2020 – 07:53 PM ESTActualizado 2 Dic 2020 – 07:53 PM EST
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Hace poco Ubisoft estrenó Assassin’s Creed Valhalla y ahora de su mano llega I mmortals Fenyx Rising, una aventura mitológica que te asegura un reto sin dejar la diversión.

Las deidades griegas están en aprietos ahora que escapó Typhon, el titán más peligroso, y tú eres la última esperanza de los dioses, por lo que les ayudarás jugando como Fenyx, un personaje que harás personalizado a tu medida, así que serás una heroína o un héroe.



No sólo eso, conforme avanzas tendrás más armas (como el martillo de Hefesto), accesorios (las muñequeras de Hércules o las alas de Daidalos), armaduras y habilidades que puedes desarrollar para hacer único/a a tu protagonista.

Zeus busca la ayuda de su primo, el titán Prometeo, que está encadenado en la cima de una montaña. Este par se da la tarea de relatar tu aventura, durante la que aprenderás (o repasarás) la mitología griega, además de que le ponen su toque de comedia a la narración, llegando en ocasiones al humor negro.


Entre tus tareas deberás pelear contra bestias mitológicas, dominar los poderes legendarios de los dioses y descifrar acertijos, así que tu mente es puesta a prueba de diferentes maneras.

La jugabilidad es bastante intuitiva, más para quienes se hayan acercado a un juego de este género con anterioridad. En caso de que no sea así, puedes comenzar con los niveles más sencillos para ir aprendiendo, pero incluso en el modo difícil es bastante sencillo memorizar los controles y la curva de aprendizaje es rápida.



Y no te preocupes si comienzas una partida en una dificultad y más adelante la quieres cambiar, ya que puedes hacerlo en cualquier momento. Aunque al cambiar de dificultad se afecta todo el planteamiento, desde el daño de los enemigos, hasta los acertijos, así que tómalo en cuenta.

Es un mundo libre que te permite explorarlo a tus anchas. La estética se aleja del realismo (por lo que no tendrás un God of War más que en ciertos aspectos de la temática) y busca ser agradable a la vista, tanto en el diseño de personajes, como en los monstruos, el paisaje y la arquitectura son muy bonitos, lo que incluso invita a que lo jueguen los más pequeños.


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