¿Te has preguntado cuál es el origen de las papas fritas? Este maravilloso alimento tiene una larga historia que se disputa entre Francia y Bélgica, porque aunque las conocemos como papas a la francesa, su historia nos dice más que sacrebleu.
Cuál es el verdadero origen de las papas fritas y por qué Francia y Bélgica se lo pelean
El origen de las papas fritas, mal conocidas como papas a la francesa, tal vez no tiene que ver con Francia

La historia de las papas que son ricas con un poco de tomate, un poco de picante y, sobre todo, después de trabajar es un largo debate que incluso tiene una guerra silenciosa entre estos dos países, porque obviamente ambos quieren llevarse el título de inventores.

Sin embargo, la realidad es curiosa, pero hablemos del origen primero antes que nada. Este indica que las papas fueron una fuente de alimentación indispensable para las regiones frías de France y Bélgica, que comparten idioma y recursos, por lo similar de la zona.
Estas fueron el complemento perfecto para la gente de la región, que tenía como actividad principal la pesca, y como alimento primordial, el pescado frito, tal como también sucedió en el Reino Unido y los terrenos británicos.
Así fue como nacieron las papas fritas, como una integración de los productos mesoamericanos en la dieta europea, que llevaba varios siglos de haber saqueado y colonizado América desde la Patagonia hasta el Niágara.
¿Papas a la francesa o a la belga? El origen de las papas fritas
Según los belgas, las papas fritas nacieron en su territorio alrededor de 1680 en la región de Namur, que es colindante con Francia y, por supuesto, es franco parlante. Aquí, los pescadores sustituyeron a los peces pequeños con papas fritas de la misma forma, dándo origen a las papas en este estilo.
Así mismo, historiadores belgas (de Bélgica, pero sí, también son chidos) mencionan que los soldados estadounidenses fueron quienes generaron la confusión, pues al recibir estas papas de belgas francófonos terminaron diciéndoles papas a la francesa.
Por otro lado, los franceses aseguran que la historia de Bélgica puede ser cierta, pero que no tiene sentido por el tiempo histórico en el que transcurre los hechos relacionados a Namur, donde no era posible cocinar y freir cosas de manera masiva o recurrente, pues la grasa animal y los aceites eran para las clases altas solamente en el Siglo XVII.
Según los historiadores franceses, la papa frita no apareció sino hasta finales del Siglo XVIII, cuando la papa ya era un tubérculo cultivado en todo europa, y la manteca y el aceite un bien común. Asimismo, mencionan el Pont-Neuf como el origen de todo, que era un producto vendido en un carrito ambulante en un puente de París.
Sin embargo, fuera de esto no hay algo que pueda desmentir el mito belga de cómo se originó este alimento, por lo que el origen de las papas a la francesa sigue estando en discusión, entre dos países que no pueden hacer nada salvo discutir mitos e historia no escrita para asegurarse de ello.